martes, 1 de abril de 2008

LEY DE NIÑOS Y ADOLESCENTES Y SERVICIOS DE SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA



La Ley Orgánica para la Protección del Niño y el Adolescente nos señala textualmente: “Artículo 50. Salud Sexual y Reproductiva. Todos los niños y adolescentes tienen derecho a ser informados y educados, de acuerdo a su desarrollo, en salud sexual y reproductiva para una conducta sexual y una maternidad y paternidad responsable, sana, voluntaria y sin riesgos.

El Estado, con la activa participación de la sociedad, debe garantizar servicios y programas de atención de salud sexual y reproductiva a todos los niños y adolescentes. Estos servicios y programas deben ser accesibles económicamente, confidenciales, resguardar el derecho a la vida privada de los niños y adolescentes y respetar su libre consentimiento, basado en una información oportuna y veraz. Los adolescentes mayores de 14 años de edad tienen derecho a solicitar por si mismos y a recibir servicios.”.

Esta Ley fue promulgada, en octubre de 1.998, por el Presidente Caldera y entró en vigencia el 01 de abril del 2000. Por lo que acabamos de cumplir ya los siete años de haber entrado en vigencia y valdría la pena preguntar, ¿qué han hecho y cuanto han hecho los organismos responsables de hacer cumplir esta Ley, como son el Consejo Nacional de Derechos del Niño y Adolescente (CNDNA) y los Consejos Estadales de los Derechos del Niño y Adolescente (CEDNA)?

Los pasados meses hemos visto por todos los medios de comunicación a nivel nacional y regional, la reacción de estos organismos como una especie de bomberos ante el terremoto que significó la aparición de videos pornográficos grabados varios liceos de Caracas y en el Táchira, también por el escándalo de pornografía infantil en un estudio descubierto en uno de los barrios pobres de San Cristóbal. También hemos seguido la acción a favor del control de la pornografía en Internet en los locales donde se ofrecen los servicios de computación.

Cabe la siguiente pregunta: ¿Estamos buscando la solución a los problemas del consumo de pornografía de los niños y adolescentes con acciones de control de los centros de Internet y se deja a un lado la educación sexual, en los centros educativos, familias, medios de comunicación social, iglesias, servicios de salud, culturales, deportivos? ¿Estamos haciendo lo mismo que se hace desde Estados Unidos en la lucha contra las drogas? Poniendo la solución en el cultivo, producción y tráfico de la droga y manteniendo las causas del consumo y por lo tanto la creciente y permanente demanda que hace que se produzca y se comercialice cueste lo que cueste.

Por cuanto la LOPNA establece que: “El Estado con la activa participación de la sociedad civil deben garantizar los servicios y programas de atención de salud sexual y reproductiva…”; sentimos la responsabilidad de contribuir con esta columna a una reflexión colectiva y ojala produzca en todos los funcionarios públicos y otros líderes de la sociedad civil , una conducta consecuente con esas responsabilidades.

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